Hola compañeros del foro:
Estaba pensando, a la vista de ciertos programas, que no siempre se suelen exhibir una clara coherencia entre el programa y el momento, el lugar, el público al que se destina...
De hecho, muchos de nosotros vemos como "siempre" obras como Recuerdos de la Alhambra o Capricho Arabe, antecedidas o peor, seguidas de la Chacona en Rem de Bach, y Guárdame las Vacas, para luego tocar la Danza del molinero y después Asturias...
Claro que los conciertos deben ser acordes con un público que debe quedar agradecido, divertido, suficientemente informado, suponemos, y con un conocimiento del concertista de los movimientos, las corrientes...
Yo disfruto lo mismo. Pero aprecio cierto esfuerzo para combinar obras que finalmente son las que dejan la huella, mayor, si antes o después está ejecutada otra que con ella es complementaria, contemporánea, debatida o con un estímulo común.
Finalmente. ¿Los bises deberían seguir la armonía y coherencia que yo sugiero debería tener todo concierto?
Quisiera, a la vista de mis comentarios, me facilitaseis vuestra opinión.
Saludos a todos,
Alejandro Gerardo